Una idea muy popular pero falsa a todas luces, es aquella que dice que Cristo no fundo ninguna iglesia, sino que Jesús solo vino a morir por los pecados. También hay quienes dicen que Jesús si fundo una iglesia, pero que es puramente espiritual e invisible, pero que de ninguna manera Jesús fundo una iglesia visible, organizada y menos una iglesia jerarquíca.
Esta idea de que Cristo no fundo una Iglesia visible y organizada que ha sobrevivido durante todos los siglos y hasta nuestros días es muy conveniente si lo que se quiere es no someterse a una autoridad y hacer las cosas a la manera de uno y como uno mejor entiende e interpreta la Biblia, a esto se le ha llamado “Sola Scriptura” (solo mi interpretación de la Biblia y no la Iglesia ni la Tradición Apostólica).
La razón por la que hoy existen miles de grupos que dicen ser la “verdadera” iglesia de Cristo y que su movimiento es la mismísima restauración del cristianismo primitivo es el problema de la autoridad, o más bien el problema de la falta de autoridad, nadie se somete a nadie y lo único que importa es leer la Biblia e interpretarla uno mismo (“Solo la Biblia”).
Básicamente este problema comenzó allá en Alemania, en los años 1500 cuando un monje agustino llamado Martin Lutero comenzó a enseñar nuevas doctrinas, es decir, sus propias ideas, ya que se había convencido de que la Iglesia se había corrompido y que el verdadero Evangelio se había perdido, y que el debia recuperarlo.
Cuando Martin Lutero se dio cuenta que la Iglesia no aceptaría sus nuevas doctrinas decidió rechazar la autoridad de la Iglesia y la Tradición Apostólica (enseñanzas Apostólicas), para poder formar su propia “iglesia” a su imagen y semejanza, es decir, la iglesia Luterana. Lo que Martin Lutero olvidaba es que Jesús había prometido que “las puertas del infierno no prevalecerían contra la Iglesia” y que Jesús dijo: “Estaré con ustedes (la Iglesia) todos los días hasta el fin del mundo”. De modo que pensar que la Iglesia se había “corrompido” y que el Evangelio se había “perdido” va en contra de las mismas promesas de Jesucristo.
Es cierto que la Iglesia Católica no es perfecta y que hay necesidad de verdadera reforma y avivamiento, esto fue cierto antes de Lutero, en el tiempo de Lutero y aun en nuestros días, pero las renovaciones y reformas siempre han sucedido dentro de la Iglesia y no creando nuevas «iglesias’ o «movimientos» como lo hizo Lutero y muchos lo siguen haciendo.
Como el monje Martin Lutero decidió no dejar de enseñar sus propias ideas (“solo fe”, “solo Biblia”, y la Iglesia es la gran ramera del Apocalipsis), la Iglesia no tuvo más remedio que excomulgarlo de la Iglesia. Tristemente más tardo Lutero en empezar su nueva “iglesia”, cuando otros de sus mismos discípulos decidieron formar sus propias “iglesias”.
Martin Lutero le dijo a la Iglesia Católica que su “conciencia estaba cautivada por la Palabra de Dios”, pero eso es lo mismo que Zwinglio uno de sus seguidores (reformador Suizo) le dijo, y unos años más tarde Juan Calvino dijo lo mismo cuando empezó a cambiar las doctrinas de Zwinglio; y es que en realidad todo mundo puede leer la Biblia y sacar sus propias conclusiones y luego repetir las palabras de Martin Lutero “mi conciencia esta cautiva a la Palabra de Dios”. Suenan bien estas palabras pero lo que en realidad se está diciendo es algo así: “He leído la Biblia y estoy seguro de que mis interpretaciones son verdaderas”, y esta es la razón por la que hoy en día hay más de 30,000 denominaciones protestantes en el mundo, toda denominación Protestante empezó con una nueva interpretación.
La Biblia no se interpreta sola, es por eso que Cristo nos dejó la Iglesia para que pudiéramos estar seguros de lo que debemos creer y de tener la interpretación correcta de las Escrituras. La Iglesia Católica no se ha corrompido totalmente nunca, ni el Evangelio se ha perdido, ya que Cristo prometió que eso no sucedería jamás.
Martin Lutero proclamaba lo contrario y enseñaba sus propias ideas, y como resultado hoy hay muchas divisiones y confusión en el mundo Protestante.
En cada denominación Cristiana hay creyentes sinceros que aman a Cristo y aman la Sagrada Escritura, que no conocen lo que sucedió en la llamada “reforma” de Martin Lutero, algunos nunca han escuchado hablar de él, o saben muy poco sobre su vida. Hay quienes dicen que ellos no tienen relación con Martin Lutero o con la reforma Protestante, pero la verdad es que es un hecho indudable que todas las comunidades cristianas Protestantes creen el principio Luterano de “Sola Scriptura” o “Solo la Biblia”, es decir: mi interpretacion personal de la Biblia.